lunes, 1 de enero de 2001

Capítulo VII

Frente al bicho palo anterormente mencionado ahora coexistían pandas, no, no Osos Pandas, sino Seat Pandas. El Bicho Palo estaba horrorizado ante este nefasto espectáculo, pero a Mariquita Pérez en realidad le gustaba, pues su abuela había sido Sadomasoquizada varias veces por indígenas del jardín de los vientres. Ahora apareció Michael tras un cactus, lleno de avispas Nortropicales. Una picadura le alcanzó en la pituitaria y lo mató.

-¡NOOOOO! ¡MICHAEL! - Grito desesperadamente Maradona ante la grandiosa Aria de Xena la princesa guerrera- Nadie se merece un sonido tan gutural, oye.

-Una mierda, pa' ti un pato- Le contestó el bicho palo -¿Bailamos un rato?

-Un rato no, ¡Un pato! ¡HE DICHO UN PATO!- Dijo Ludwig Amadeus Mozart -Te tocaré una pieza para que te alegres de ver Helicópteros.

-¿Una pieza?- Dijo el puzzle -¡Como me toques alguna pieza y me rompas te mataré hasta más no poder maldito hijo de Kyle XY!

-¡Uy lo que me ha dicho!- Dijo Chicho Terremoto -¡Ahora sabrás los que es un triple!

-¿Otra vez discriminando?- Dijo el doble -¡Seguridad, intrusos!

-¡Oh, maldita sea! ¡Han llamado a Mamá!- Exclamó Einstein -¡Ahora me quedaré sin Paloduz! ¿Estaras contenta, no Lucie?

-¡Muahahahahaha! ¡El mundo es mío ahora que los Beefeaters son gays!- Repitió tontamente Horatio Cane mientras comía sopas de sobre, (pero de sobre de los de mandar las cartas) y aporreaba la puerta del banco con una alpargata ciertamente flipante, cual infancia sin elefantes.

-...- Dijo la pared

Y quedaros bien con esa frase. ... . Bien dicho, Recordadla bien, pues en ella se encierra el secreto de las tostadas de pan, de la fórmula secreta de la Coca-Cola, y lo que es más importante, esa frase explica todos los secretos que encierra esta historia. El único que jamás podrá descrifrarla será Panama Jack. ¿Está muerto? ¿Es zapato? ¿Acaso sabe leer?

-¿Estais hablando de mi?- Dijo Panama Jack -Lo que significan esos tres puntos es... ¡Pam!

No, no es que los tres puntos signifiquen ¡Pam!, es que alguien había pegado un tiro en la cabeza a Panama Jack.

¿Quién salvaría ahora al Tigre de Malasia del tráfico de Cleenex falsos?

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